Una de las preguntas recurrentes entre propietarios e inquilinos es si es posible vender un piso alquilado antes de cumplir con el proceso de tanteo y retracto, un derecho que ostentan los inquilinos según la legislación vigente. En este artículo, exploramos en qué consisten estos derechos, cuáles son las condiciones para su ejercicio y cómo afectan tanto a propietarios como a inquilinos.
Derechos del inquilino y obligaciones del propietario: Tanteo y retracto
El tanteo y el retracto son derechos fundamentales que otorga la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU) y el Código Civil, respectivamente, a los inquilinos que residen en una vivienda alquilada. El tanteo permite al inquilino adquirir la propiedad antes que un tercero, en igualdad de condiciones y al mismo precio. Por otro lado, el retracto permite al inquilino recuperar la vivienda si esta se vende a un tercero.
¿Qué implica el derecho de tanteo?
El derecho de tanteo, según el artículo 25 de la LAU, otorga al inquilino la prioridad para comprar la vivienda que alquila antes que cualquier otra persona, en igualdad de condiciones y precio. Esto implica que el propietario debe notificar al inquilino por escrito su intención de vender la propiedad, y este tiene un plazo de 30 días para ejercer su derecho de compra.
¿Y el derecho de retracto?
El derecho de retracto, regulado por el Código Civil, permite al inquilino recuperar la vivienda si esta se vende a un tercero y no se le ha ofrecido la posibilidad de comprarla primero. Para ello, deben cumplirse ciertas condiciones, como la falta de notificación adecuada por parte del propietario o la venta a un precio inferior al ofrecido al inquilino.
¿Se puede vender un piso alquilado antes del tanteo y retracto?
La ley establece que el inquilino tiene derecho de tanteo y retracto desde el momento en que se firma el contrato de alquiler y durante su vigencia. Por lo tanto, a menos que renuncie explícitamente a estos derechos y esta renuncia conste en el contrato, el propietario no puede vender la vivienda mientras dure el contrato.
Sin embargo, si el inquilino renuncia a sus derechos, el propietario puede poner la propiedad en venta, aunque el nuevo propietario estará obligado a respetar la duración del contrato de alquiler. En cualquier caso, el propietario debe informar al inquilino de su intención de vender la propiedad y a los futuros compradores sobre la existencia del contrato de alquiler.
En resumen, mientras dure el contrato de alquiler, el propietario debe respetar los derechos de tanteo y retracto del inquilino. Solo al finalizar el contrato, el propietario tendrá libertad para vender la propiedad sin estas restricciones.
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